Los adolescentes y los adultos jóvenes tienen un mayor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS). No sólo son más propensos a participar en comportamientos sexuales de riesgo, sino que también se encuentran en una etapa de sus vidas en la que todavía están encontrando su camino y aprendiendo a navegar por el mundo. Por ello, es de vital importancia educar a los jóvenes sobre los riesgos de las ETS, así como sobre los medios para prevenirlas y someterse a pruebas para detectarlas.

Educación sexual para los jóvenes

La prevención de las ETS entre los jóvenes comienza con una buena educación sexual. Los jóvenes deben comprender la importancia del sexo consensuado y que tienen derecho a tomar decisiones informadas sobre sus cuerpos. La información sobre las ETS, cómo se transmiten y el uso de métodos de protección también debe ser un pilar de la educación sexual de los jóvenes. Los adolescentes sexualmente activos deben conocer los tipos de pruebas disponibles y la importancia de someterse a ellas para protegerse a sí mismos y a sus parejas.

Utilizar métodos de protección

Uno de los medios más eficaces de prevenir las ETS es utilizar métodos de protección. Los preservativos son un método de protección muy utilizado y de fácil acceso, pero también deben considerarse otros métodos anticonceptivos. Los jóvenes deben comprender que practicar sexo sin protección les expone a un mayor riesgo de contraer una ITS, y que utilizar métodos de protección puede ayudarles a reducir este riesgo. Es importante enseñar a los jóvenes cómo utilizar correctamente los preservativos y otros métodos anticonceptivos, para que estén totalmente protegidos.

Someterse a pruebas

La mejor manera de saber con seguridad si alguien tiene una ITS es someterse a pruebas. Existen algunas ETS que pueden diagnosticarse y tratarse fácilmente, pero si se dejan sin tratar, pueden causar graves problemas de salud. Es importante, por tanto, que los jóvenes sepan dónde acudir para hacerse la prueba, qué tipos de pruebas existen y que las pruebas son confidenciales. Las pruebas también deben formar parte integral de un chequeo anual, para que si se detecta una ITS, pueda tratarse rápida y eficazmente.

Combinar prevención y educación

Prevenir las ITS en los jóvenes significa combinar la educación y las medidas preventivas. Una buena educación sexual ayuda a los jóvenes a tomar decisiones informadas sobre su salud sexual, al tiempo que se protegen a sí mismos. Hay que enseñar a los jóvenes la importancia de utilizar métodos de protección y recurrir a las pruebas disponibles para garantizar que se mantienen sanos. Con la educación y la prevención adecuadas, el riesgo de ITS entre los jóvenes puede reducirse en gran medida.

Conclusión

Garantizar la salud sexual de los jóvenes significa enseñarles acerca de las ETS, la importancia de la protección y de hacerse la prueba. Una buena educación sexual puede ayudar a los jóvenes a tomar decisiones informadas sobre su salud sexual, y el uso de métodos de protección puede ayudar a reducir su riesgo de contraer una ITS. Someterse a pruebas, ya sea en un chequeo anual o si hay dudas sobre si se tiene una ITS, proporciona un nivel adicional de protección. Combinando educación y prevención, los jóvenes pueden mantenerse sanos y felices.