Las enfermedades de transmisión sexual son infecciones que se transmiten de una persona a otra a través del contacto sexual. Es importante saber que algunas enfermedades de transmisión sexual no presentan síntomas, pero pueden seguir transmitiéndose a otras personas. Las más habituales son la clamidia, la gonorrea y la sarna. Por tanto, es importante que las personas que tienen actividad sexual conozcan cómo detectar estas ETS.
¿Qué son las ETS sin síntomas?
Las ETS sin síntomas, también conocidas como ETS asintomáticas, son enfermedades de transmisión sexual que no se acompañan de ningún síntoma evidente ni signo de infección. Esto significa que una persona puede estar infectada por una de estas ETS y seguir transmitiendo la infección a su pareja sexual sin saberlo. Una ETS asintomática suele diagnosticarse mediante pruebas periódicas, por lo que es importante que quienes tienen actividad sexual activa se hagan revisiones con regularidad.
La clamidia: la ETS silenciosa
La clamidia: la ETS silenciosa.
La clamidia es la infección de transmisión sexual más notificada con frecuencia en los Estados Unidos, y a menudo se la conoce como la ETS “silenciosa”, porque la mayoría de las personas infectadas por el patógeno no experimentan ningún síntoma. Si no se trata, la clamidia puede provocar infertilidad en las mujeres, así como un riesgo de dolor pélvico crónico y una mayor susceptibilidad a otras ETS. Aunque la clamidia suele ser asintomática, algunos de los signos y síntomas comunes pueden incluir secreción vaginal o peneana anormal y sensación de ardor al orinar.
La gonorrea: la ETS más común sin síntomas
La gonorrea es la ETS que se notifica con más frecuencia, y también se la conoce comúnmente como la ETS “silenciosa”. Esto se debe a que aproximadamente el 50% de las mujeres y el 10% de los hombres infectados por gonorrea no experimentan ningún síntoma. Si no se trata, la gonorrea también puede provocar infertilidad y causar graves complicaciones a las mujeres embarazadas. Aunque el signo más común de la gonorrea es la micción dolorosa, algunos de los síntomas adicionales que pueden acompañarla incluyen la secreción vaginal o peneana anormal, y el dolor en la parte baja del abdomen.
Escabiosis: la enfermedad que produce picor
La escabiosis es una infestación altamente contagiosa de la piel causada por un parásito llamado Sarcoptes scabiei. Aunque la sarna no se considera típicamente una ETS, puede transmitirse por contacto sexual. Uno de los signos más comunes de la sarna es un sarpullido con picor que suele encontrarse en las manos, muñecas y genitales. En algunos casos, el individuo también puede experimentar una sensación de hormigueo que empeora por la noche.
¿Cómo detectar una ETS sin síntomas?
La mejor forma de detectar una ETS sin síntomas es hacerse una prueba de detección rutinaria. Existen diversos tipos de pruebas que pueden realizarse para detectar enfermedades de transmisión sexual, como las pruebas sanguíneas, de orina y con bastoncillos. Muchas clínicas de salud, Planned Parenthood y otros proveedores médicos ofrecen servicios de pruebas y tratamientos de ETS, y en algunos casos estos servicios pueden obtenerse de forma gratuita.
La prevención es la clave
La mejor forma de prevenir la transmisión de ETS es practicar sexo seguro. Esto suele significar el uso de preservativo y la limitación del número de parejas sexuales. Además, las personas con un mayor riesgo de contraer una ETS deben hacerse pruebas con regularidad para detectar y tratar una infección antes de que cause complicaciones graves.
Las enfermedades de transmisión sexual que no presentan síntomas pueden seguir transmitiéndose de una persona a otra. Por eso es importante que quienes mantienen actividad sexual conozcan que algunas ETS pueden estar presentes sin síntomas, y tomen las precauciones necesarias y se hagan pruebas con regularidad para detectar y prevenir la transmisión de una infección.